
En diciembre de 2019 se desató una enfermedad nueva con origen en China:
COVID-19 una enfermedad de la que nadie tiene conocimiento, nueva en todos
los aspectos, un virus de alta morbilidad y la mortalidad está asociada a ciertas
enfermedades preexistentes.
Declarada como PANDEMIA por la OMS, revisando el concepto, se declara como
pandemia una enfermedad que se extiende a muchos países o que ataca a casi
todos los individuos de una localidad o región, una pandemia se produce cuando
hay propagación de un virus se rápidamente y las personas no tienen inmunidad
contra esté.
Recientemente en varias publicaciones estamos viendo un concepto de científicos
sobre una SINDEMIA, ésta es la suma de dos o más brotes de enfermedades
concurrentes o secuenciales en una población con interacciones biológicas,
porque SARS-CoV-2 interactúa con enfermedades no transmisibles, como
Diabetes entre otras, el contexto social y ambiental caracterizado por la inequidad
o desigualdad social y ambiental..
Para Horton en the Lancet, «el coronavirus es una sindemia y hay que combatirlo
como tal».
Un enfoque sindemico proporciona una herramienta útil al aplicarlo en un diseño
crónico integrado, todos los enfoques deben ser previamente delimitados a los
problemas sociales y a las poblaciones económicamente desfavorecidas de cada
país en desarrollo, al triangular la medicina, la salud pública y antropología para
ilustrar como en este contexto las enfermedades se exacerban mutuamente de
manera diferente y emergen aquellas que se creían controladas. Mediante este
marco conceptual los profesionales de la salud pueden reconocer en su práctica
clínica diaria y la intervención en el rol de la comunidad, entorno social, cultural y
político pueden identificar los grupos de las enfermedades que aumentan la
morbilidad y mortalidad de ésta enfermedad e intervenir adecuadamente.